La agricultura debe mantener un equilibrio entre la necesaria producción de alimentos para nutrir a una población creciente y el respeto al medio ambiente
La agricultura industrializada comenzó aproximadamente en la década de 1920. Este tipo de agricultura estaba basada en el uso de cultivos mejorados que respondían al uso de agroquímicos, fertilizantes y a la mecanización intensiva.
En las regiones de clima templado y principalmente en Europa, se comenzó a usar el arado. La finalidad del arado era conseguir que el suelo se secara mas rápido de la humedad proveniente del deshielo.
El arado voltea la capa más profunda de suelo exponiéndose al sol y al aire, lo que hace que se seque más rápido y se podían aprovechar, el humus que se descomponía con mayor rapidez a causa de la aireación, y el calor. Tal cosa les permitió a los agricultores plantar anticipadamente en la primavera.
El primer arado usado para voltear el suelo fue el arado de aiveca con tracción animal, posteriormente aparecieron los arados y rastras de disco. A esto le siguió el uso de tractores para tracción de implementos agrícolas. Con el tiempo se desarrolló todo un parque de maquinaria, que dieron paso al empleo de arados con discos más grandes, rolos, subsoladores y cultivadores, entre otros.
Asimismo, en esa época se desarrolló la producción de agroquímicos como herbicidas, insecticidas y fungicidas. También se comenzaron a fabricar y utilizar los fertilizantes sintéticos.
El mejoramiento genético de los cultivos se enfocó en la selección de nuevas variedades e híbridos que respondían de manera positiva a la mecanización, los agroquímicos y los fertilizantes sintéticos.
Debido al éxito obtenido con el arado en los países de clima templado, se comenzó a utilizar también en las regiones tropicales. No obstante, a diferencia de las regiones de clima templado, en las regiones tropicales los suelos deben ser protegidos del sol para evitar su calentamiento exagerado.
Los suelos del trópico se han venido degradando por el uso intensivo y prolongado de la mecanización con arados, principalmente con rastras. El uso continuo de la rastra ha compactando la tierra creando una especie de costra poco permeable en el nivel de profundidad a donde llega la rastra.
En definitiva este tipo de agricultura además de causar la pérdida de materia orgánica y el deterioro del suelo, favorece a los procesos erosivos. La materia orgánica es importante en el proceso de proveer los nutrientes al cultivo y retener la humedad. También ayuda en la estabilización de la estructura del suelo.
En conclusión, las técnicas de preparo de suelo de la región de clima templado han traído varias consecuencias en los suelos de la región tropical como:
Reducción considerable de la materia orgánica
Pérdida de la estructura del suelo
Compactación del suelo
Reducción de la capacidad de absorción del agua
Salinización del suelo
Disminución progresiva de la capacidad de producción del suelo
Pérdida total de la existencia de vegetación
Suelos desérticos
El Capital y los Pequeños Agricultores
Éste tipo de agricultura también favorece al capital, alejando a los pequeños agricultores de la producción. Debido a que los pequeños agricultores no pueden competir en igualdad de precio con los grandes productores. Asimismo, ha contribuido en la aparición de nuevas plagas, la deforestación indiscriminada y depredadora, así como a la pérdida de la biodiversidad genética.
Cambio Climático y Contaminación
Por otra parte, según los estudios realizados por expertos, la agricultura representa un 30% de las emisiones de CO2 responsables del efecto invernadero y del calentamiento global. Esto constituye también al problema de contaminación ambiental. Por la gran cantidad de combustibles fósiles que hay que emplear para:
Mover la maquinaria agrícola
La construcción de presas
La construcción de canales y sistemas de irrigación
La fabricación de agroquímicos y fertilizantes
El transporte de los productos alrededor del mundo
La Agricultura y el Ambiente
La agricultura debe mantener un equilibrio entre la necesaria producción de alimentos para nutrir a una población creciente y el respeto al medio ambiente. De esta forma se evitaría la actual destrucción de la naturaleza, que repercute directamente en la capacidad del hombre para producir y extraer alimentos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha denomina a la Agricultura Ecológica como Agricultura Conservacionista. Con los siguientes principios fundamentales:
La no contaminación
El cuidado del ambiente
La conservación y mejora del suelo
El uso de productos naturales
La calidad de los alimentos
Brasil en el desarrollo de tecnologías ecológicas
Es importante resaltar que en Brasil ya en la década de los 80, se comienzan a plantear alternativas más ecológicas de manejo de suelo en los trópicos en una escala comercial. Entre estas técnicas están:
El cultivo mínimo
La siembra directa
La rotación de cultivos
El cubrimiento del suelo con residuos vegetales
El control integral de plagas
La aplicación de compuestos orgánicos al suelo.
Algunas de estas técnicas en una escala artesanal son muy antiguas y han sido utilizadas por miles de años en diferentes regiones del mundo. Las técnicas agrícolas antiguas están enfocadas en la conservación de los recursos naturales, entre ellos el suelo.
Ya a nivel mundial ha quedado demostrado científicamente la necesidad y la importancia de producir en armonía con el ambiente. Así que son bienvenidas todas aquellas técnicas agrícolas modernas y antiguas que nos permitan alcanzar todos estos objetivos. Para poder mejorar la calidad de vida de los seres humanos que actualmente vivimos y de las generaciones futuras.
Titulo: Que es la Agricultura ecológica?
Autor: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España